The Human Algorithm: cuando la educación se convierte en conversación viva

A veces una semana basta para recordarte por qué haces lo que haces.
La Blended Mobility Week del proyecto europeo 21st IMPACT, celebrada en Cebanc, fue justo eso: una demostración de lo que ocurre cuando la educación se mezcla con otras culturas y se convierte en un espacio de pensamiento compartido.

Durante esos días, convivimos docentes y estudiantes de Dinamarca, Eslovenia, Rumanía y España. Había idiomas distintos, acentos distintos, maneras diferentes de entender lo digital… pero una misma intención: repensar la educación desde lo humano en tiempos de inteligencia artificial.

Tuve el privilegio de impartir la charla “The Human Algorithm”, y fue mucho más que una exposición. Fue una conversación viva. Una de esas en las que las ideas se transforman al ser dichas en voz alta y el público deja de ser público para convertirse en parte del pensamiento colectivo.
Hablamos de ética, de empatía, de la necesidad de educar para comprender (no solo para usar) la tecnología. Pero también de algo más profundo: de cultivar pensamiento crítico, de enseñar a mirar el mundo ,y las pantallas, con criterio, con pausa y con conciencia.

Porque el verdadero reto no es aprender a usar las herramientas digitales (que saben hacerlo mejor que nosotros muchas veces), sino entender lo humano que hay detrás de cada decisión tecnológica. Lo que elegimos mirar, lo que decidimos compartir, lo que dejamos fuera. Educar hoy significa acompañar a las nuevas generaciones a pensar por sí mismas en un entorno que muchas veces piensa por ellas.

Lo que más me emocionó fue la participación. Cada actividad, cada pregunta, cada silencio atento. Profesores que compartían cómo están afrontando los desafíos del aula digital. Estudiantes que se atrevían a cuestionar lo que damos por hecho sobre las redes sociales, la desinformación o el futuro del trabajo. Se generó un diálogo honesto, sin recetas rápidas ni fórmulas milagrosas, pero con la certeza de que educar también es conversar.

Cuando terminó la charla, no me quedé con la sensación de haber “enseñado” algo, sino con la de haber aprendido mucho más de lo que llevé preparado. De eso trata realmente 21st IMPACT: de generar impacto desde la conversación, desde la mirada compartida, desde esa mezcla de entusiasmo pedagógico y curiosidad que sigue moviendo a quienes creemos en la educación como un acto profundamente humano.

Esta experiencia me deja una convicción renovada: que el algoritmo más poderoso sigue siendo el humano, el que combina pensamiento crítico, empatía y criterio. Y una ilusión grande: el próximo taller en Portugal, donde seguiremos construyendo espacios para pensar, cuestionar y aprender juntos.

Porque enseñar en tiempos de inteligencia artificial no va de competir con la máquina, sino de recordar lo que significa ser humano.
Y, sobre todo, de enseñar a pensar antes que a usar.

Quiero agradecer especialmente a Cebanc por contar conmigo como experta en Media Literacy dentro de este proyecto. Participar en 21st IMPACT está siendo un verdadero reto y, al mismo tiempo, una oportunidad preciosa para aprender, compartir y seguir construyendo una educación europea más crítica, ética y profundamente humana.

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