El acoso escolar: cómo podemos prevenirlo según la nueva guía de unicef
Imagen generada por IA.
Hace años creía que el acoso escolar se combatía con un protocolo colgado en la sala de profesores y un par de tutorías al año. Luego entendí que no es tan sencillo.
El acoso escolar no es un juego. No es un mal menor ni algo que deba normalizarse como “cosas de críos”. Es violencia. Una violencia que se cuela en los pasillos, en los grupos de WhatsApp, en las miradas que apartamos para no meternos en líos, en las bromas que humillan y en las risas que se convierten en jaulas para quienes las sufren.
La nueva Guía de UNICEF para prevenir el acoso escolar (2024) nos recuerda algo fundamental: prevenir empieza mucho antes de la denuncia.
Empieza en casa, cuando escuchamos de verdad. Cuando validamos emociones en lugar de minimizar. Cuando enseñamos a nuestros hijos e hijas a moverse con sentido crítico en las redes sociales y a cuidar la dignidad propia y ajena. Cuando educamos en la diversidad, no como un eslogan, sino como una práctica cotidiana.
¿Cómo podemos prevenir el acoso escolar?
Observar con empatía. Detrás de un cambio de humor o de un “no quiero ir al cole” puede haber una historia que necesita ser escuchada.
Nombrar las violencias. Burlas, motes, rumores, silencios que aíslan: nada de esto es un juego.
Actuar con calma, pero con firmeza. Sin restar importancia, sin alarmar innecesariamente, pero sin mirar para otro lado.
Acompañar en el uso de redes. Las agresiones digitales son reales y profundas, aunque no dejen moratones visibles.
Apoyarse en profesionales. Coordinadores de bienestar en centros educativos, psicólogos, redes de apoyo.
datos que duelen:
1 de cada 3 adolescentes en España podría estar sufriendo acoso escolar.
Solo el 3,3% lo identifica como tal.
2 de cada 10 sufren ciberacoso, y el miedo al rechazo o la vergüenza les lleva a callar.
Por eso necesitamos construir escuelas y comunidades que cuidan, que previenen y que protegen.
te invito a reflexionar:
¿Qué señales de alerta conoces y observas en tu entorno?
¿Qué acciones, aunque sean pequeñas, puedes realizar para que tu aula o tu casa sean espacios seguros?
¿Qué necesitamos cambiar como comunidad para que ningún niño o niña crea que merece ser humillado o aislado?
Me encantará leerte en comentarios. Porque prevenir el acoso escolar no es responsabilidad de uno, es un compromiso colectivo.
El acoso escolar no es un juego. Y la prevención tampoco.
Rescato el decálogo que publiqué por aquí en 2023